Poema sobre la feria de Abril de Sevilla.
El sol se ha despertado sonriendo,
tiene un brillo muy especial,
sabe que hoy verá a su amada arreglada
y moviendo con salero, su traje de lunares.
La luna está nerviosa y no lo puede ocultar,
pues a su amado quiere enamorar
con el movimiento de sus volantes,
mientras le enseña los pasos principales.
Ya se abre la feria y todo se vuelve algarabía,
al empezar la música a sonar,
que hace el ambiente despertar.
El Sol lo ilumina todo y da los primeros pasos
de esa sevillana ,
que ensaya para bailar junto a su amada.
Los niños van por las atracciones
del infierno más divertido,
convirtiéndolo todo en fantasía
con su inocente risa angelical.
Las mujeres mueven los volantes con garbo,
al ritmo de la música de los flamencos,
poniendo imágenes de ilusión
a la música que sale del corazón.
Los hombres, cual caballeros de alegría,
acompañan ese mágico baile,
formando la conjunción perfecta
entre el arte y la pasión.
Se va acercando la noche
y la luna ya está preparada
con su traje de lunares plateados
que el sol va a hacer brillar.
Se hace la magia y miles de luciérnagas,
con mucha alegría, se van posicionando,
para con mucha ilusión,
encender la puerta decorándola de fantasía.
Los niños disfrutan de las atracciones,
los adultos toman vino y jamón del bueno,
mientras escuchan sevillanas y fandangos
acompañados de bailaores apasionados.
Ya se ha producido la magia y la fantasía
convirtiendo el ferial en algo especial;
en la feria más importante de la ciudad.
En este ferial de fantasía
la luna mueve sus volantes para su amado,
mientras el sol la hace brillar
con su mirada de enamorado.
Todos los derechos reservados
Sonia Crespo y Óscar Pascual ®
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